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Te contamos qué debes hacer para retomar la alimentación y el ejercicio en septiembre.

Las vacaciones suelen ser una época de descanso y desconexión en la que, muchas veces, dejamos de lado las rutinas saludables que tanto nos cuesta mantener durante el resto del año. El tiempo libre y el hecho de no estar en casa pueden alterar tanto nuestra alimentación como nuestros hábitos deportivos. Sin embargo, al llegar septiembre y la vuelta a la normalidad, es crucial retomar esos hábitos para mantenernos saludables. Aquí te presentamos algunos trucos y consejos para recuperar la motivación para volver al gimnasio y reestructurar tu dieta de acuerdo con tu rutina deportiva.

1. Comienza de forma gradual para evitar lesiones.
Es fundamental que, al retomar la actividad física, lo hagas de forma gradual. Después de un tiempo de inactividad, nuestros músculos y articulaciones necesitan tiempo para readaptarse al ejercicio regular. Comenzar con rutinas suaves y de bajo impacto evitará sobrecargas y posibles lesiones. Escucha a tu cuerpo y aumenta la intensidad progresivamente.

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2. Apuesta por la variedad y la densidad nutricional.
Recuperar una alimentación equilibrada es tan importante como retomar el ejercicio. La pirámide de la dieta mediterránea puede ser una gran aliada para organizar tus comidas, ya que te ayuda a conocer las proporciones adecuadas de cada grupo de alimentos. Dale protagonismo a las frutas y verduras de todos los colores para asegurar una buena variedad de nutrientes esenciales.

3. Prioriza los alimentos mínimamente procesados y limita la comida rápida.
Uno de los hábitos más beneficiosos para recuperar la salud tras las vacaciones es reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y comida rápida. Estos suelen tener un alto contenido en azúcares, grasas saturadas y sodio, que pueden afectar negativamente tu salud. Opta por alimentos frescos y preparados en casa para tener un mayor control sobre los ingredientes y las porciones.

4. Consume con moderación y frugalidad.
Controlar el tamaño de las raciones es clave para mantener una dieta equilibrada. Una buena técnica es utilizar la medida del plato para no excederse en las porciones. Incluso cuando comas fuera de casa, intenta mantener las mismas proporciones y hábitos saludables que seguirías en tu hogar, y presta atención a las cantidades. Además, opta por cenas más ligeras para favorecer la digestión y el descanso nocturno.

5. Lee las etiquetas de los alimentos.
El etiquetado nutricional, como el sistema Nutriscore, puede ser una herramienta útil para seleccionar alimentos saludables. Presta atención a los ingredientes y opta por aquellos productos con menor contenido en azúcares añadidos y grasas saturadas.

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6. Evita el consumo de alcohol.
Si deseas recuperar tu peso o simplemente volver a una rutina más saludable, evitar el consumo de alcohol es fundamental. Las calorías vacías que aporta el alcohol no solo pueden contribuir al aumento de peso, sino que también afectan la calidad del sueño y la recuperación muscular.

7. Da prioridad a las actividades culinarias.
Cocinar en casa puede ser una excelente manera de controlar lo que comes y disfrutar de alimentos saludables. Experimenta con técnicas culinarias variadas como la cocción al vapor, al horno o a la parrilla, y limita el uso de fritos. Esto no solo evitará la monotonía en tus comidas, sino que también hará que disfrutes más del proceso de alimentación saludable.

8. Come en compañía y mastica despacio.
La forma en que comemos también es importante. Compartir las comidas con otros, sentarse alrededor de una mesa sin aparatos digitales, y mantener conversaciones agradables puede mejorar tanto la salud nutricional como psicológica. Además, comer despacio y concentrarse en el plato ayuda a mejorar la digestión y a reconocer más fácilmente las señales de saciedad del cuerpo.

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