Seleccionar página

Polvo, humedad y moho: los grandes protagonistas del otoño.

Con la llegada del otoño, bajan las temperaturas y aumentan la humedad y el tiempo en espacios cerrados. Estos factores favorecen la aparición de alergias otoñales, que muchas veces se confunden con un resfriado.

alergias otoñales

Entre las más frecuentes se encuentra la alergia a los ácaros del polvo, que provoca congestión nasal, tos o picor de ojos. También es habitual la alergia al moho, presente en zonas húmedas como baños o paredes, que puede causar irritación ocular y tos seca. Y aunque parezca más propia de la primavera, en otoño todavía circula polen de gramíneas o artemisa, responsable de estornudos y lagrimeo persistente.

Para mantenerlas bajo control, conviene ventilar la casa cada día y mantener la humedad entre el 40 y el 50 %. Usa fundas antiácaros en colchones y almohadas, limpia con paños húmedos y aspiradoras con filtro HEPA, y evita alfombras o peluches que acumulen polvo. Si hay moho, utiliza productos específicos y no seques la ropa dentro de casa.

alergias otoñales

Además, puedes reforzar tus defensas con complementos naturales a base de equinácea, saúco, propóleo o vitamina C. En caso de congestión, los lavados nasales con agua de mar ayudan a limpiar las vías respiratorias, y las lágrimas artificiales alivian el picor ocular.

En Farmacia Calle Ancha, te asesoramos sobre los tratamientos más adecuados para tus síntomas, combinando eficacia y seguridad. Este otoño, cuida tu respiración y disfruta de la estación sin alergias.