Claves prácticas para retomar una alimentación saludable sin complicaciones
Septiembre es sinónimo de vuelta a la rutina: trabajo, estudios, horarios más marcados… y también la oportunidad de recuperar unos hábitos de alimentación más equilibrados después de los excesos del verano. Helados, comidas fuera de casa, aperitivos improvisados o cenas tardías suelen formar parte de las vacaciones, pero ahora toca reenfocar la alimentación para sentirnos con más energía y cuidar nuestra salud.
Desde Farmacia Calle Ancha te compartimos 8 consejos sencillos que te ayudarán a volver a comer de manera saludable en septiembre y a mantener el equilibrio durante todo el año.
1. Apuesta por la variedad en tu plato
Cuanto más color haya en tu dieta, mejor. Frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado, carnes magras y frutos secos forman parte de una alimentación completa. Cada grupo de alimentos aporta nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita.

2. Ajusta las raciones y opta por cenas ligeras
Tras el verano, es habitual que el estómago se acostumbre a comidas más abundantes. Recupera poco a poco la moderación: controla las cantidades y apuesta por cenas fáciles de digerir que favorezcan el descanso.
3. Elige alimentos frescos y minimiza los ultraprocesados
Después de semanas en las que puede haber predominado la comida rápida, es momento de priorizar los alimentos frescos y caseros. Reducir ultraprocesados, refrescos y bollería industrial marcará la diferencia en tu bienestar.

4. Aprende a leer etiquetas
Fíjate en sistemas como el Nutriscore o revisa la composición de los productos que consumes. Así podrás elegir opciones más saludables y evitar azúcares, grasas saturadas y exceso de sal.
5. Reduce o elimina el alcohol
El verano suele traer consigo un mayor consumo de bebidas alcohólicas. Septiembre es un buen mes para reducirlo o incluso eliminarlo. Tu hígado, tu piel y tu energía lo notarán de inmediato.

6. Cocina más en casa
Recuperar la rutina también es una oportunidad para organizar menús semanales y cocinar en casa. Aprovecha técnicas más saludables como el horno, el vapor o la plancha en lugar de recurrir a fritos.
7. Comparte las comidas y desconecta de las pantallas
Comer acompañado favorece una mejor digestión y nos ayuda a disfrutar más del momento. Además, evita las distracciones digitales: apaga el móvil y dedica ese tiempo a saborear los alimentos.
8. Come despacio y escucha a tu cuerpo
Masticar bien y dedicar tiempo a cada comida mejora la saciedad y la digestión. Prestar atención a las señales de hambre y saciedad es clave para evitar excesos.
La vuelta a la rutina puede ser un buen punto de partida para cuidar tu alimentación y sentirte con más vitalidad. No se trata de hacer dietas estrictas ni de compensar lo que has comido en verano, sino de retomar hábitos saludables que puedas mantener a largo plazo.